martes, 21 de diciembre de 2010

John Summerson. "El lenguaje clásico de la arquitectura"

El lenguaje clásico de la arquitectura presenta una reflexión sobre “lo clásico”, ¿qué es clásico?, ¿qué es la arquitectura clásica? Como primera idea se reconoce lo clásico en todas aquellas arquitecturas con dicho estilo: órdenes, maneras concretas de tratar los huecos, puertas… En segundo lugar se reconoce lo clásico en aquella arquitectura en la que las proporciones son instrumento para conseguir la armonía y, por tanto, la belleza.
La segunda reflexión que se plantea y sobre la que se apoyan todos los análisis que se realizan son los órdenes. Los órdenes romanos se conocieron por primera vez descritos en la obra de Vitruvio, quien solo los cita. Alberti sería quien incluiría por primera vez los cinco órdenes en un tratado, pero el tratadista que más importancia tuvo en esta cuestión fue Serlio.
Serlio canonizó los órdenes en el siglo XV, y desde este momento en adelante. Se los veneró como los elementos esenciales de toda arquitectura que mereciera un respeto, es decir, que tuviera un orden público.
A partir de este concepto trabajarían el resto de arquitectos durante tres siglos. Primero en el Renacimiento con Bramante y Palladio, que llevaron al máximo esplendor la combinación y uso de los órdenes y de los elementos heredados de Roma, e innovaron con ellos. Miguel Ángel y Guiulo Romano comenzaron a dar una visión más transgresora y diferente de esta herencia. Llegaría con ellos una nueva corriente: el Manierismo, con un uso poco clarividente de los órdenes. A continuación nos introducimos en el Barroco pero, ¿qué es Barroco? El autor lo caracteriza como algo retórico: imaginativo, persuasivo y con una gran fuerza expresiva. El uso de los órdenes ya se domina, se empieza a experimentar con ellos en su uso, se le confiere nuevos valores simbólicos.
Por último nos presenta la cuestión arqueológica y racional de los órdenes en la Ilustración. Laugier y su teoría de la cabaña primitiva como el modelo de toda arquitectura con su valor constructivo y racional cambiará en esta época la visión que se tenía de los órdenes, buscando su carácter portante y abandonando el de composición. Desde este momento se empieza a abandonar el proyecto clásico y nos introducimos en el moderno, con una clara geometría abstracta que organizará la planta y sobre ella se colocarán los órdenes. Éstos han pasado a un segundo plano, ya no determinan el proyecto, se incluyen en él.

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